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Carta de la autora V: "Confianza"

Cada persona es un mundo dicen, cada una es diferente, cada una tiene unas necesidades, unas inquietudes, unos intereses, unas prioridades, responsabilidades, etc, y cada una tiene su ranking de importancia de los valores de una persona. En lo que a mi respecta, la confianza es lo más importante en cualquier caso, en una relación, en la amistad, en la familia, en todo. Sin confianza no hay nada, la confianza es la base de cualquier relación sea cual sea. Yo me describo como una persona bastante insegura, serán por las experiencias vividas, por las personas que me he encontrado, lo que sea. Esa inseguridad me lleva a tener una fuerte dificultad para confiar en las personas. Eso sí, una vez que tienen mi confianza esta confianza es ciega, plena, absoluta. Me abro completamente a las personas que les tengo confianza y les cuento toda mi vida, todos mis secretos, mis preocupaciones, todo lo que me ocurre, sea una tontería o sea algo que me vaya a cambiar la vida. Esas personas que se han ganado mi confianza son mi punto de apoyo, mis mejores amigos, mis personas más queridas, por tanto, las personas más importantes en mi vida.


El problema llega cuando se rompe esa confianza que ha sido tan tan difícil de conseguir. Una mentira piadosa, un acto que me haga daño, hablar de mi a las espaldas, ocultarme información, cualquier cosa puede conseguir romper en una milésima de segundo esa confianza que he tardado meses en conseguir. Y, como os imaginaréis, volver a recuperarla después es casi imposible. Para mí recuperar esa confianza perdida es como buscar una aguja en un pajar, y lo intentas lo intentas porqué no quieres rendirte porqué quieres dar una nueva oportunidad, pero siempre te quedas a mitad de camino. Tu corazón y tu cabeza se ponen en duelo, a ver quién gana, suele ser el corazón porqué todo sale de él pero la cabeza sigue allí, luchando para meterte en la cabeza que es lo correcto. Y no me juzguéis. ¿Soy desconfiada? Pues sí, pero con motivos. Y no nos engañemos, la confianza es lo mejor del mundo pero también puede ser lo peor, nuestro peor enemigo. Muchas veces nos dicen verdades que no nos gusta oír, que nos duelen y que cuesta tiempo recuperarnos de ello, pero al menos es la verdad. Una de mis frases predilectas, que digo a todo el mundo y todo aquel que me conoce la sabe es: “Prefiero una verdad que me haga daño a una mentira”. Siempre. Esencial para mí.


La intención de este blog no era abrirme tan personalmente, pero en esta sección me dejo llevar y cuento todo aquello que tengo a la mente en ese mismo instante, casi sin pensar. Escribir, a parte de ser un magnífico hobby y me encanta escribir sobre moda, cine, decoración, etc, también es una magnífica vía de escape para mí y a veces es muy necesario estallar un poco. Bueno muy necesario no, ultra necesario. Creedme no os calléis las cosas, abriros, hablad, gritad, escribid, lo que sea, pero no os lo guardéis. Pequeño consejo para este último lunes de agosto. Con ganas de septiembre, de un nuevo comienzo, de un nuevo “curso”, de cambios.

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