Hace unas semanas visité por primera vez la capital de los Países Bajos: Ámsterdam. Siempre había querido ir, ya que todo el mundo me decía que era fantástica, y no pude quedar más encantada. Amor a primera vista. Fui con mis amigas del trabajo que íbamos a visitar a una antigua compañera que ahora está viviendo allí. Solo estuvimos tres días, pero al ser una ciudad que está todo muy céntrico, pudimos ver perfectamente todo lo importante. El viaje fue perfecto, todo nos salió rodado hasta que... nos cancelaron el vuelo de vuelta. Pero ahora es una anécdota más.
DÍA 1: Barrio Rojo
Llegamos el viernes por la noche, así que este día no pudimos visitar mucho. Nos encontramos con nuestra amiga y nos llevó al Barrio Rojo, atracción principal de la ciudad, además lo teníamos al lado de nuestro hotel (era súper céntrico). Dimos una vuelta por allí, vimos los "escaparates" (muy curioso, la verdad) y entramos en Coffe Shops, de lo más típico de Ámsterdam y también muy curioso.
DÍA 2: Free tour y De Pijp
El sábado fue el día que más aprovechamos, ya que sabíamos que el domingo iba a hacer mal tiempo. Por la mañana cogimos un free-tour por el centro de la ciudad, desde que lo hice en Rumania creo que es una manera genial de tener una visión general del sitio que estás visitando, además de aprender un poco de historia del lugar.
El free-tour empezó en la Plaza Dam, una de las plazas más importantes de Ámsterdam, dónde se encuentra el Palacio Real, el Monumento Nacional o el Madame Tussauds. Recorrimos diferentes calles y canales (obviamente) del centro, también el barrio judio, y el guía nos iba contando historia y curiosidades de lo que íbamos viendo. Hicimos una parada en Beginhof, una comunidad dónde habían vivido las beguinas, un grupo de mujeres no casadas, laicas y que vivían juntas en una comunidad cerrada. Actualmente, sigue la tradición de que solo viven mujeres en estas casas. Se puede acceder al patio interior de la comunidad que es de los lugares más bonitos y tranquilos de la ciudad. Dentro del patio, se encuentra la casa más antigua de Ámsterdam, una iglesia clandestina (en Ámsterdam les iglesias no se usan como tal, dado al alto porcentaje de gente atea en el país) y una de las casas más estrechas de la ciudad. También visitamos la Plaza Rembrandt, de las zonas con más animación por la noche, y terminamos el tour en el patio interior de un museo, dónde el guía nos contó la época de la Segunda Guerra Mundial y la historia de Anna Frank, fue un momento muy emotivo.
Cuando acabamos el tour, nos encontramos con nuestra amiga, nos llevó a la casa de Anna Frank que no habíamos pasado con el tour, aunque no entramos dentro. Nos hicimos mil fotos por las calles, los canales, etc, del Barrio Jordaan, de los más bonitos, es la ciudad más fotogénica del mundo! (Con perdón a mi querido Londres) Y por la tarde, nos llevó al barrio De Pijp, una zona un poco más alejada del centro, más residencial, y que nos encantó!
DÍA 3: Bloenmenmarkt, Museo Van Gogh
El domingo había previsión de un gran temporal y, por suerte, al menos durante la mañana nos aguantó bastante y pudimos pasear más por la ciudad. Visitamos el Bloenmenmarkt, el mercado de las flores. Con lo que me apasionan las flores, me esperaba un poco más pero estuvo muy guai también. Esta zona fue mi paraíso, había tiendecitas de autores locales que hacían láminas de decoración (no pude evitar hacerme con una) y muchas librerías (tampoco pude evitar comprarme mmhh... 3 libros).
Por la tarde nos fuimos a la zona de los museos, queríamos visitar el Van Gogh (obviamente, mi pintor favorito, no podía fallar) y el Moco, ya que hacían una exposición de Banksy. Después de quedarnos sin entradas del Museo Van Gogh (me quería morir), conseguimos de milagro entrar y me encantó el museo. Cuando salimos, estábamos un poco cansadas y decidimos no ir al otro museo. A partir de aquí, empezó nuestra odisea de deambular por Ámsterdam con lluvia y viento, haciendo tiempo para ir al aeropuerto y, al final, para que nos lo cancelaran.... Pero en definitiva fue de los mejores viajes que he hecho y, sin duda, se ha convertido en una de mis ciudades favoritas.
Lots of love,
Marta